“Cuando meditamos lo que hacemos realmente es penetrar en la parte profunda de nuestro ser. En ese momento somos capaces de sacar a la luz nuestros tesoros internos.”
La meditación es el estado normal y natural de nuestro ser. No es un estado forzado de alucinación. Es algo que sucede espontáneamente cuando silenciamos nuestra mente. La meditación brota desde dentro como una fuente de luz que lleva a la superficie todas nuestras cualidades y emociones positivas. Es una herramienta indispensable para superar obstáculos en nuestra vida siempre que mantengamos una actitud positiva. Es un camino hacia nuestra verdadera alegría y plenitud interna; es la llave que abre nuestras esperanzas y aspiraciones, y está también al alcance de todos los seres humanos. Con la meditación se incrementa nuestro poder espiritual, nuestro poder interno. Podemos utilizarlo luego en la vida diaria para llegar a ser mejores artistas, poetas, deportistas y generalmente mejores ciudadanos del mundo.
¿Cómo Meditar?
“Cuando meditamos, lo que hacemos realmente es entrar en una mente vacía, calma, quieta, silenciosa. Nos sumergimos dentro y enfocamos nuestra verdadera existencia, que es nuestra alma. Cuando vivimos en el alma, sentimos que en verdad estamos meditando espontáneamente.”
Hay un dicho: “Muchos son los caminos pero la meta es una.” Definitivamente existen diferentes caminos para silenciar nuestra mente y vivenciar la meditación. En nuestras clases enseñamos diferentes ejercicios y técnicas que dan importancia a nuestro corazón espiritual.
Al principio aprendemos primero concentración. Focalizamos toda nuestra atención en un solo objeto, pensamiento, sonido o imagen dentro de nuestra mente, y ponemos todo el esfuerzo para mantenerla. Al rato nuestra mente se encuentra focalizada en este único objeto. En ese instante somos capaces de controlar más fácilmente nuestros pensamientos. Nos liberamos de la concentración y nuestra mente silenciosa nos permite entrar en nuestro corazón espiritual. Es desde lo más interno de nuestro corazón espiritual que brota esa meditación como agua fresca.
Como sucede con todas las cosas, comenzar algo nuevo no es siempre fácil. Hay numerosos detalles prácticos que hemos de resolver en nuestra vida. Tenemos que despertar nuestra determinación y nuestra disciplina para alcanzar resultados duraderos. Para hacerlo más fácil, organizamos regularmente clases de meditación en las que examinamos cuestiones prácticas y compartimos juntos nuestro entusiasmo y nuestra inspiración.
¿Por qué meditamos?
“¿Por qué meditamos? Meditamos porque este mundo nuestro no ha podido satisfacernos. Lo que llamamos paz en nuestra vida cotidiana es lo que sentimos por cinco minutos después de diez horas de ansiedad, preocupación y frustración. Continuamente estamos a merced de las fuerzas negativas alrededor de nosotros: la envidia, el miedo, la duda, la preocupación, la ansiedad y la desesperación. Estas fuerzas son como monos. Cuando se cansan de mordernos y descansan por cinco minutos, entonces decimos que estamos disfrutando la paz. Pero esto no es la verdadera paz, y muy pronto nos atacarán de nuevo.
Es solamente a través de la meditación que podemos obtener paz duradera, paz divina. Si meditamos devotamente por la mañana y recibimos paz por tan sólo un minuto, ese minuto de paz permeará todo nuestro día. Y cuando tengamos una meditación del más alto calibre, entonces recibiremos abundante paz, luz y deleite. Necesitamos la meditación porque queremos crecer en la luz y colmarnos en la luz. Si esta es nuestra aspiración, si esta es nuestra sed, la meditación es el único camino.
Si nos sentimos satisfechos con lo que tenemos y con lo que somos, entonces no es necesario que entremos en la práctica de la meditación. La razón por la cual entramos en la meditación es porque tenemos hambre interna. Sentimos que dentro de nosotros hay algo luminoso, algo vasto, algo divino; algo que necesitamos muchísimo, pero que ahora mismo no tenemos acceso a ello. Nuestra hambre interna viene de nuestra necesidad espiritual.”
Sri Chinmoy
Sri Chinmoy
Este sitio web está inspirado por Sri Chinmoy, un maestro de meditación de origen indio, también artista, músico y atleta que nació en Bengala oriental en 1931. Después de pasar veinte años dedicando su tiempo a la meditación en el ashram de Sri Aurobindo en Pondicherry, recibió un mandato interno y la inspiración de mudarse a Nueva York en 1964 para estar al servicio de la gente occidental que busca un entendimiento más profundo de sí mismos. Durante toda su vida Sri Chinmoy trató formas diferentes de lograr una única cosa: despertar la necesidad interna en la humanidad para encontrarse con su verdadero ser.
“Nuestro sendero es básicamente el del corazón y no el de la mente. Esto no quiere decir que critiquemos el sendero de la mente. Ni mucho menos. Simplemente sentimos que el sendero del corazón nos lleva más rápido hacia nuestra meta.”
—Sri Chinmoy